El siguiente recuerdo muy vívido que tenía de esas vacaciones que les conté en el post anterior sobre Cerámica Bariloche, era la subida en el teleférico de Cerro Otto a la confitería giratoria. Una valija de años después, volví a subirme a uno de los “huevitos” para refrescar la memoria 😀
El Cerro Otto es el que más cerca queda de la ciudad de Bariloche, así que es casi siempre la primera parada para ver nieve, sobre todo para los primerizos, estudiantes en viaje de egresados y gente de edad avanzada como yo. Para acceder al complejo, se sube en unos huevitos que se llaman góndolas -awwwww re romántico- por un sistema de cablecarril que recorre los 2100m que separan la base de la cima en unos 12 minutos -bien despacio, apto para fotos-. El día que fui yo había bastante viento y nieve y todo el show, pero no se hamaca nada.
En la ladera de este cerro se pactica el famoso culipatín que no es más que arrojarse sentado en una bandeja del tamaño de una pizza con el culo por la nieve. Una salvajada, no me digan. Encima terminás empapado y muy probablemente lleno de moretones. Dejá.
Pero lo que SI es apto para todos de todas las edades y relaciones con el clima, es la confitería giratoria. En la cima, un edificio de planta circular, aloja el centro de operaciones de todo el complejo Cerro Otto y dos niveles de Confitería/Snack Bar que giran 360º, alternativamente en 20 y 40 minutos. Sobre la comida propiamente dicha, hablaré en un próximo post, pero si quieren aprovechar el viaje, hay ciertos básicos que necesitan saber para -aunque sea- poder entrar en temporada alta.
Primero, el boleto: La subida en el teleférico de Cerro Otto no es barata. Esos 12 minutos -24, si calculamos la vuelta que es sin cargo- salen $300 (unos u$ 20), sin descuento para argentinos y solo 15% para residentes de Bariloche. Ese valor incluye ida y vuelta en el teleférico, acceso al Complejo Turístico Cerro Otto y traslado en micro desde y hasta el centro de la ciudad. El micro gratuito para a 1 cuadra del Centro Cívico por Mitre -al lado del kiosco de madera dónde se compra el boleto- y se llena muy rápido y pasa 1 por hora.
También se puede comprar el ticket en la misma base del Cerro Otto, y llegar hasta ahí en colectivo de línea -línea 50 y 51 que tienen parada por Moreno- hasta el km 5 de la Av de los Pioneros. O taxi tomado en cualquier lado, obvio. El colectivo sale $11 (u$ 0,75) -se paga con tarjeta SUBE- y el taxi $100 (u$ 7) aprox.
Segundo, el horario: A la gente no le gusta madrugar de vacaciones, eso ya lo sabemos, así que empieza a llenarse cerca de las 10:30 de la mañana hasta transformarse en un infierno-plaga bíblica alrededor de las 12. Y ahí también podés sumarle los contingentes de estudiantes o de tours de agencias de viajes. Llegando cerca de las 11, la cola y la espera para subir a las góndolas es de aproximadamente CUARENTA MINUTOS y es altamente probable que al llegar a la cima la confitería ya esté llena y con acceso por orden de desocupación de mesas/llegada. En resumen, llegar antes de las 10:30 aunque la idea sea ir a almorzar porque muy temprano llega a la ocupación total y todo se convierte en espera para subir, espera para entrar, espera para comer, espera para ir al baño, espera de la espera…
Tercero, la temperatura: Amigos, hace un frío de cagarse en el teleférico, las áreas comunes, los baños, etc. porque todo el mundo anda con ropa de nieve. Afortunadamente, dentro de la confitería la temperatura es agradable -tampoco hace 35º como en los restaurantes de Ushuaia– como para que no te agarren calambres estomacales cuando tragás. Lleven abrigo, se los digo yo que soy una foca, vivo con la campera desprendida y tengo calor en todos lados.
Cuarto, la vuelta: Todo re piola, llegaron, subieron, comieron, se mancharon la ropa con salsa, se sacaron doscientas selfies, se mojaron y compraron un mate de “Recuerdo del Cerro Otto” para la tía Pochi y quieren volver. Ahí se pone peluda. Les recomiendo fervientemente que NO HAGAN lo que hice yo de esperar al micro gratuito al centro. Salgan a la ruta, tómense el colectivo de línea o llamen un taxi -no hay parada ahí- y sean felices.
El servicio provisto por Teleférico Cerro Otto para el regreso es la muerte misma. La sala de espera es una cámara frigorífica, la gente no respeta el orden de llegada, se arman batallas campales y tenés que terminar agarrándote de los pelos con embarazadas y ancianos para poder subir. Además, tiene la misma frecuencia horrenda que para ir, así que es uno por hora. NONSENSE.
La visita al Cerro Otto les puede llevar medio día y vale la pena en plan turístico y si van con chicos, porque para los esquiadores/surfeadores es medio un embole. En la confitería se come decentemente y a precios razonables, por lo que la única contra es el servicio provisto de traslado y el precio del ticket.
Después de los datos, armé una galería con fotos muy artísticas que tomé con el celular para que vean más o menos lo que yo vi. Ahora me queda ir en verano, para disfrutar el paisaje completamente diferente que ofrece Bariloche en las distintas estaciones. ¿Algún dato o truco como los que conté para el verano? Déjenme un comentario abajo 😉
Datos del Teleférico de Cerro Otto
Dirección base: Av Pioneros km 5
Dirección boletería en el centro de Bariloche: Mitre y Villegas
Horario de invierno: 9:30 a 19:45 (último ascenso 18:00)
Colectivos que van al Cerro Otto desde el centro de Bariloche: línea 50 y línea 51, ambos con parada por calle Moreno