Datos aleatorios sobre Georgetown

Les cuento cosas sueltas que me llamaron la atención en Georgetown, hasta ahora.
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  • La depilación femenina es “aleatoria”. He visto mujeres sin pelos en las piernas, pero no se si es a voluntad o porque son marrones lampiñas.
  • A los negros se los llama “marrones” (maroons). Supongo que para diferenciarlos de los otros habitantes de la ciudad, porque realmente son todos negros: los indios son oscuros, los chinos son oscuros… todos son del mismo color. Yo no pude reconocer a nadie con antepasados caucásicos porque todas las etnias parecen haberse mantenido sin mezclarse. Loco…
  • No usan sal en las comidas pero si MUCHOS condimentos. Lo que acá es suave, en Argentina es para que se te caigan los dientes. Lo más “delicado” que conseguí es de origen chino.
  • No existe el agua caliente. Las canillas, las duchas y todo tiene una sola llave. No necesité jamás agua caliente desde que llegué…
  • En todos lados -léase Wikipedia y guías de viajes que encontré antes de venir- dice que el idioma oficial y que habla todo el mundo es el inglés… WRONG! Todos hablan creolese, que es una mezcla horrorosa de neerlandés, inglés, portugués y español. Para que se imaginen, lean este post que es TAL CUAL “How To Talk Like A Rasta“. De más está decir que no entiendo casi nada y no me entienden casi nada a mi.
  • La mayoría de las calles, incluidas las del centro, no tienen veredas de cemento y, si tienen, se usan para estacionar los autos. La gente circula por la calzada…
  • Los taxis no son llamados, ¡son ofrecidos! Exceptuando los que se piden a las centrales de taxis, los que andan por la calle lo hacen con su chofer con medio cuerpo fuera del auto diciendo “Taxi, taxi” cada vez que se cruza con un humano. En las paradas de taxis, los choferes se avalanzan sobre la gente para ver quién se gana al pasajero. Tampoco tienen taxímetro, así que cobran maomeno lo que les da la gana. Siempre es preferible regatear antes de subirse porque el mismo viaje de ida o de vuelva puede valer el doble de lo que pensaban (me pasó, obvio).
  • Las cosas y los lugares que son para turistas no son para los locales. Igual que la notoria diferencia entre las casas y los autos de los funcionarios públicos, con respecto a los de la gente común. Realmente NO SE MEZCLAN. No me crucé con turistas porque estoy haciendo n viaje rasca y las cosas para turistas son muy alejadas de mi presupuesto. La mayoría de los extranjeros ni siquiera se queda un día en Georgetown, del aeropuerto Cheddi Jangar a Ogle, avión rentado y su ruta a alguno de los resorts de selva (que parece que son LA LECHE) a € 500 por día (a esos valores más vale que sean LA LECHE)
  • La gente acá no fuma. No hay olor a cigarillo en ningún lado, vi a una persona solamente con un pucho y no tengo idea dónde se comprarán porque tampoco existen los kioscos 😐 se me ocurre que deben ser carísimos, así que si fuman, traigan un cartón del freeshop.
  • El ganado vive en la ciudad. Cuando le pregunté al taxista si tenían “cattle” (palabra que por supuesto no entendió y tuve que decir “cows” a lo que me respondió “beef” que es la palabra con la que denominan la “meat”) me dijo que ya me iba a cruzar con vacas, cabras y caballos cuando llegara a la ciudad. Tal cual, están atados a los árboles, como un perro. No puedo imaginarme como faenan…
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  • Cultivan loto en las acequias. Inocente de mi, pensé que crecían las violentas plantas de loto solas a los bordes de las calles, pero no. Otro taxista me contó que empezaron a cultivarlas los inmigrantes indios para comer. Por lo que me explicaron, se comen las hojas cocidas, pero no tengo idea. Igual, quedan hermosas y son GIGANTES.
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