Como conté en el post anterior, fui con muy poco tiempo y no hubiera podido ver ni la mitad de lo que vi si no hubiese contratado el tour en segway en Roma. No sale 2 mangos pero después de haberlo hecho creo que podría pagar EL DOBLE y aún así sería barato en relación a lo divertido que es 😀
Yo lo contraté directamente el tour “Rome in a day” desde el sitio de Rome by Segway usando el descuento de la Roma Pass (pero averigüen cuando vayan con qué otros servicios o tarjetas también tienen descuento porque los de la Roma Guide van cambiando todas las temporadas) y se puede pagar con Paypal. Ese tour es de 6 horas andando, con un break de 2 horas para el almuerzo incluído -bah, todo el día-.
Mi tour estaba programado empezando el jueves bien temprano, pero cuando llegué al hotel el día anterior me encuentro con montones de mensajes de Rome by Segway para que me comunique urgente. Ya vimos que venía de Piazza San Pietro anegada por la audiencia plenaria y cortes de luz por el calor, así que ya esperaba que me lo pasaran para otro día -que no tenía porque estaba ajustadísima- y me enculé antes de hablar, típico 😀 Resulta que estaba anunciada alerta meteorológica naranja -que en argentino clásico es “un calor de la san puta”- y tenían miedo de que nos desmayemos a mitad de la joda, así que la propuesta era arrancar una hora y media antes a la mañana -eso era a las 8, que para un vacacionante es medio extremo- y cambiar la de la tarde por la noche. ¡UN GOLAZO! Lógicamente acepté y al día siguiente me fui con la ropa más desabrigada que tenía a llevarme Roma por delante.
El primer contacto con los aparatos te da la sensación de que te vas a caer de trompa y romperte todos los dientes y hasta las muelas de juicio contra la vereda. No, no es como una patineta, ni como un monopatín, ni como una bici. NO, no insistas, no se parece a NADA. Por un momento, sentí que se me anulaba el cerebro como cuando tuve que subirme al avioncito para ir a la selva y volví en mi cuando me acordé que ya había pagado € 150 y más vale que no sea tan idiota y me suba y ande 😀 Hay un “entrenamiento” previo en el estacionamiento en que te explican como lo manejás con los pies -no, en serio, es una cosa de locos- y te informan de las medidas de seguridad y cómo va a ser el paseo, y mientras tanto va llegando el resto del grupo y nos ponemos los casquitos y salimos.
Esa mañana arrancamos para la parte de la Roma antigua -si, todas las ruinas de las postales-, la Bocca della Veritá -que ni a trompadas meto la mano en esa mugre-, el Giardino degli Aranci y la Piazza dei Cavalieri di Malta con el famoso “bucco” de la Villa del Priorato di Malta -una de las escenas más maravillosas de La Grande Belleza-, Campidoglio -donde nos encontramos con escuadrones de la Protezione Civile regalando botellas de agua-. Todo eso, que parece una pavada, fueron 4 horas AL PALO y, gracias a que arrancamos tan temprano, pudimos ver todo en paz, sin colas y sin tener que andar esquivando chinos. El grupo estaba compuesto por 7 alemanes y yo, así que salimos con 1 guía alemán y una guía inglesa toda para mi, que le pusieron tanta onda y fueron tan amorosos que no se cómo no tiraron a una pareja de alemanes por un barranco que no pararon de quejarse todo el tiempo de que el tour no era lo que ellos esperaban y le estaban dando POCAS EXPLICACIONES de lo que estábamos viendo. ¡Y, no, pelotudos, es un tour de un día de Roma, no un doctorado en historia antigua de la Universidad de Bologna! Al mediodía estábamos volviendo a la central a dejar los bichos y fui a almorzar a un restaurant típico a unas cuadras que consistió en una bruschetta al pomodoro, rigatoni carbonara y café, sencillo pero riquísimo (este era el almuerzo que estaba incluído, y viendo los precios de la carta serían unos € 20/22).
A la tarde, justo cuando cayó el sol me fui de nuevo a la central de Rome by Segway a hacer la segunda parte del paseo y, después de esperar un buen rato y de que no llegaran los otros turistas que estaban previstos (2 de los 4 de la mañana y otros 2 nuevos) nos fuimos. Esta vez el guía fue un venezolano y arreglamos entre nosotros dos qué parte de Roma no había visitado y allá fuimos, medio por fuera de la ruta normal. La noche era un espectáculo y estaba todo el mundo en la calle: los turistas y los romanos a los que les gusta más la calle y la noche que a los gatos. Esta vez recorrimos otra bestialidad de área incluendo la Fontana di Trevi, Panteon, Piazza Navona, Trastevere y volvimos tan por atrás que no supe bien por dónde estaba 😀
El segway es mucho menos demandante físicamente que una bici o caminar en subida, pero calculen que van a estar parados por lo menos unas 7hs y estresados por el tránsito romano y al final del día estás cansado a morir. Más allá de lo fenomenal que es andar en segway, creo que mucho de lo que mejora la experiencia de estos recorridos es la onda que le ponen los guías y lo preocupados que están por la atención al cliente y hacerte divertir y sacar el mayor provecho al tiempo. Los dueños son unos alemanes que ESTALLAN de buena onda y eso se transmite a todos los guías y al tono en general que tienen los recorridos. Si tienen cualquier duda, les recomiendo que llamen a los teléfonos que figuran en el sitio que les van a dar todas las explicaciones o ayuda en lo que necesiten.
El próximo post es de Argentina.