~ Parte de los reclusos estaba destinado al mantenimiento edilicio, lo que incluía la pintura que se renovaba muy periódicamente. Las paredes estaban pintadas de varios colores, gracias a pigmentos naturales, entre ellos el negro de carbón con el que se cubría un zócalo de unos 80 com y que, al desteñir, hacía que siempre tuvieran la ropa, las manos y los pies manchados.
~ En algunos rincones de las paredes hay decoraciones simétricas como frisos, bastante poco lógico en un lugar que no está pensado para ser agradable a la vista… Es obra de los árabes que, utilizando esos colores y aprovechando el turno que tuvieron de pintar se despacharon con estos detalles. Igual fueron cubiertos con la siguiente capa de pintura y se descubrieron hace poco en con las restauraciones.
~ Antes de ser guillotinados, los presos debían firmar su liberación por una cuestión administrativa minutos después era muerto “legalmente”.
~ Los condenados a muerte tenían su última cena -la única buena de la estancia en el Campamento- acompañada de un par de litros de ron. Resulta que siempre estaban tan borrachos que no se podían mantener en la guillotina por lo que los ataban arrodillados y con los brazos atrás como un matambre para que mantuvieran la posición.
~ Papillon pasó la mayor parte de su estancia en Saint Laurent du Maroni en la “cellule” de aislamiento 47 por lo que la mayoría de sus historias son recolecciones que hizo de historias ajenas mientras estuvo en las Iles du Salut. De hecho, varias están documentadas en los libros de la Administración Penitenciaria pero a nombre de otros presos.
~ En una de las celdas de los “Relegues” hay dibujado con una piedra sobre la cal de la pared un plano completo de un barco para escapar, incluido el velamen. Ese preso se escapó pero no se sabe si logró hacer el bote porque los guardias descubrieron los dibujos cuando ya se había ido.
~ Los presos marcaban los días en la pared haciendo palotes. Igual que en las películas (?)