La primera parada del Papillon Tour 2012 fue la primera parada que hacían los condenados a trabajos forzosos que llegaban desde Francia.
El campo de deportados de Saint Laurent du Maroni comenzó a funcionar en 1854 durante el gobierno de Napoleón III y, ya que tenían tanta cantidad de mano de obra gratuita, fueron los propios presos quienes construyeron la cárcel. Al principio de la construcción las celdas o los pabellones no tenían techo y tres o cuatro meses al año LLUEVE TODAS LAS NOCHES y varios de los días… pero no se preocupen porque TODOS LOS DÍAS HACE 35 GRADOS en una especie de eterno mediodía en que el sol cae a pique. Pero parte del uniforme que les entregaban tenía un sombrero de paja…
Los presos estaban organizados según su grado de “peligrosidad” y perfectamente separados de los presos políticos, que eran unos masitas y tenían un régimen completamente diferente al resto de los internados y solamente estaban unos días antes de que los llevaran a la Ile du Diable para que no los maten rápido los otros presos. Pero además de los presos-presos que estaban unos días antes de que los trasladaras a las Iles du Salut, estaban los presos-liberados que eran los presos que ya habían cumplido su condena en las Islas pero debían cumplir EL DOBLE de la pena también en la cárcel por un sistema muy piola que se llamaba “doublage”. Bah, un desastre…
La mayoría de los reclusos trabajaba -claro, de ahí viene lo de trabajos forzosos- en minas, canteras, carreteras, como leñadores, fabricando leña o ladrillos, al rayo del sol del Caribe y con una dieta que no llegaba a las 2000 calorías. Se podrán imaginar el ratio de supervivencia de los muchachos estos si a esas excelentes condiciones le suman: escorbuto porque no ingerían suficiente cantidad de vitamina C; disentería, cólera y otras pestes similares por la falta de higiene en la comida y el agua; infecciones varias en la piel por las lastimaduras no tratadas; tuberculosis; lepra y POR SUPUESTO que los mate otro preso porque si.
Pero si no trabajaban, la pasaban peor en la reclusión. En esta parte del campo estaba la creme de la creme de los delincuentes que no podían estarse quietos ni siquiera el tiempo suficiente hasta que los trasladaran a las Iles du Salut. Estos muchachos pasaban VEINTIDÓS HORAS AL DÍA atados por los pies a una barra de hierro sobre unas grandes mesadas de cemento, en unas barracas llamadas “blockhaus”, con unas ventanas mínimas que además estaban cubiertas con una persiana de madera para que no entre mucha luz. En las dos horas que los soltaban de la barra, pero todavía con los grilletes, podían ir al baño que era una sola letrina en un rincón de la misma sala para 90 o 100 hombres o lavarse la ropa en unos piletones que estaban en el patio. Pero eso no era lo peor…
Más allá de las barracas compartidas, estaban las celdas individuales con el mismo régimen, pero ni siquera podían hablar con otros humanos. En estas “cellules” estában también los condenados a muerte y todas rodeaban el patio en el que se hacían las ejecuciones a guillotina para que ninguno se perdiera el espectáculo que en unos días iba a dar cuando, levantada por las orejas, los verdugos exhibieran su cabeza al grito de “Esto es lo que le pasa a los criminales en la Francia”.
Sacando algunos detalles, reformas y actualizaciones de procedimientos, este campo de detención temporal funcionó hasta 1947, después de la Segunda Guerra. No precisamente la prehistoria…
Definitivamente un lugar espantoso y, se nota por muchos detalles tanto en el guía como en el estado de mantenimiento y -no- conservación que es algo de lo que los franceses se sienten avergonzados. MÁS VALE.
Pero la vida en las Islas era otro tema…
Camp de la Transportation
Office de Turisme de Saint-Laurent du Maroni (+59 434 2398)
Visitas guiadas (solamente en francés) lunes por la tarde, de martes a sábado mañana y tarde, y domingos y feriados por la mañana.
La visita dura 1:30hs y recorre principalmente “Le quartier de réclusion”