El edificio del Tierra Gaucha Bariloche Hostel era un hospedaje viejo que se nota fue reconvertido. La verdad es que tiene poco de hostel.
Yo me alojé en una doble privada, con cama king size -muy buena-, baño privado -mantenido pero viejo-, un televisor de tubo de 14″ -deberían poner un flat o directamente sacarlo- y ropero amplio con caja de seguridad. Como la habitación estaba en el 3º piso contrafrente tenía una linda vista del Nahuel Huapi y no se sentían los ruidos de la calle. Lo que si se sentían eran los gritos de una horda de niños que corrían desatendidos por los pasillos.
Definitivamente, no es un hostel; es más un hotel económico -para los precios exorbitantes de Bariloche en temporada de nieve-, bien ubicado cerca del centro y con las comodidades mínimas esperables. El desayuno, muy malo. La atención del personal, lo mejor del hotel.
