Sucursal de Europa en Latinoamérica con un hotel que es una sucursal del infierno

Como les conté en la historia anterior, Saint Laurent du Maroni ES Francia.


La llegada por el puerto es bastante fea (como la mayoría de los puertos del mundo) pero está muy cerca del centro de la ciudad. Yo me fui muy canchera arrastrando mi valijita por la avenida que parte de ahí, pero resulta que es bastante peligroso y hubo varios incidentes policiales en los últimos meses, cosa que obviamente no sabía.

En la ciudad propiamente dicha hay solamente dos hoteles: uno lindo, muy pintoresco, en un barrio decente y otro horrible que está en reformas al lado de “la foret” y es frecuentado por gente de la más baja estofa ¿A qué no adivinan dónde terminó Torchi? Siiiii, ¡en el hotel horrible!
Por una cuestión de proximidad, fui primero al hotel Star que me pareció espantoso para dirigirme con suma urgencia al veintiúnico otro hotel que se llama La Trentiere, pero desolé me dijo un francés muy buen mozo que no tenían lugar para esa noche. Yo, desoleé peor, obvio, y volví al chino mala onda del Star.
Por la módica suma de SETENTA Y SIETE EUROS conseguí una habitación en el segundo piso por escalera por cuyo entretecho corrió desaforada una familia de ratas que sólo se detenían de vez en cuando a rascar la madera que me separaba de ellas. Dormí divino, se imaginarán… (Juro por la memoria de Julio Cortázar que no exageré nada). Las amenités de hotel incluían dos jaboncitos y medio rollo de papel higiénico y las facilities, un aire acondicionado que se encendía con un disyuntor y no se podía regular en temperatura y una conexión wi-fi solamente activa en la recepción (no pierdan de vista que estaba en el segundo piso) que en lugar de microcortes tenía microconexiones. Ahí tienen mi falta de posts todos estos días…

Pero no todo el desgracia en esta ciudad, más vale TODO LO CONTRARIO. Saint Laurent du Maroni (hay que decir el nombre entero porque en Francia debe haber más o menos 200 Saint Laurents) es una ciudad muy pintoresca y tranquila. Está llena de cajeros automáticos para sacar plata y es la primera de las ciudades en las que estoy en las que se aceptan ampliamente TODAS las tarjetas hasta en los supermercados chinos hasta para pagar 1 euro. Igual, está en Europa, así que los precios son importados directamente de la Rive Gauche de París (el salto económico para una sudaquita como yo es violento).

Y lo más importante: tiene el famoso Camp de la Transportation que es la primera escala del Papillon Tour 2012 que ya empieza…